El edificio conocido como “Escuela Central”, con sus característicos ventanales neogóticos, ha conformado durante un siglo un lugar emblemático dentro del núcleo urbano, no solo por sus peculiaridades arquitectónicas, testimonio de los nuevos tiempos que se vivió en la ciudad a partir de la segunda mitad del siglo XIX, sino por la fructífera labor educativa que se realizaba en este inmueble que fue edificado para cubrir la necesidad de instrucción formal a las niñas cuencanas desde principios del siglo XX. Al igual que muchas de las edificaciones patrimoniales de la ciudad, la “Escuela Central”, a más de los aspectos de interés todavía visibles, esconde una historia que nos conecta con nuestro pasado colonial y hasta pre-colonial.